miércoles, 25 de junio de 2014

EN ASIA SE ESTA DISEÑANDO LA ARGENTINA AGROINDUSTRIAL DEL 2030

En Asia se está diseñando la Argentina Agroindustrial del 2030


En las próximas décadas habrá una significativa expansión de la demanda de productos agroindustriales, la misma según diversas fuentes variaría entre el 70 y el 100 % de la actual. Los fundamentos de estos cálculos se sustentan en tres ejes, aumento de la población, cambio de hábitos de consumo y nuevos usos a los productos de origen agropecuario.
La población pasará de los actuales 7 mil millones a 9,3 mil millones de personas, en 2050, según las Naciones Unidas, un 32 % adicional. Un elemento aún más importante es la incorporación masiva de centenares de millones de pobres rurales a las clases medias urbanas, modificando el acceso y los hábitos de consumo producto, por ejemplo en Asia pasaran a esta categoría, en 2030, de los solamente 500 a los 3200 millones de personas, dos tercios del global,   profundizando la urbanización. En 2011 fue, a nivel global, el primer año de la historia en que  hubo más población en ciudades que en comunidades rurales. Esa urbanidad fue acompaña por la falta de generación de sus propios alimentos por parte de los migrantes, con fuertes  cambios de dieta, con más proteínas animales y productos frutihortícolas. Finalmente está el más novedoso y difícil de calibrar impacto por la incorporación de nuevos usos, como los biocombustibles, el uso industrial de la biomasa y la comida para mascotas.




Gráfico 1: Total de alimentos producidos por año en el mundo en toneladas, Total Población del mundo en personas (datos Naciones Unidas) y Producción per cápita a nivel global en kilos por persona, eje a la derecha. Elaboración de los autores en base a datos FAO.








Gráfico 2: Población mundial  en miles de millones (Naciones Unidas), eje derecho y superficie cultivable por persona en hectárea por persona. Elaboración de los autores en base a datos FAO


Para indagar sobre la posibilidad que tenemos para lograr el objetivo de duplicar la actual producción, es importante observar que ocurrió en el último medio siglo y cuál es la actual situación en Argentina, Asia  y el mundo. Desde 1961 (3mM)  al 2010 (6,85 mM) sé más que duplicó la población, este aumento fue acompañado por un enorme incremento de la producción, incluso aumentó la producción per cápita anual que pasó de 640 a 740 kilos por persona. (Gráfico 1). Esto se logró a pesar de haber bajado a la mitad la superficie cultivable disponible por persona, que  pasó de 0,46 a 0,23 has per cápita. (Gráfico 2), el 70 % del aumento de producción fue por productividad.
Pero, lo más importante es que cambio el mix de cultivos, mejorando aquellos grupos que pueden caracterizarse como más saludables desde el punto de vista nutricional (Gráficos 3 y 4)

   
Figura: 3 Producción global de alimentos per cápita entre los años 1961 y 2010. Leche y yogur, carne y huevo, cereales más legumbres, frutos no cítricos, hortalizas feculentas y hortalizas no feculentas. Se contabilizan solo el consumo directo humano de cereales; los usos forrajeros y cebada no se contabilizan. Elaboración de los autores en base a datos FAO y ONU.






Figura: 4 Producción global de alimentos per cápita entre los años 1961 y 2010. Peces (suma de captura y piscicultura) frutos cítricos, aceites vegetales y quesos. Elaboración de los autores en base a datos FAO y ONU


La oferta per cápita creció en proteínas animales como carne, huevo, peces (especialmente por piscicultura de forrajeros) y quesos pero disminuyo levemente en leche  y yogur; este grupo es el único saludable que tuvo una disminución, que se está revirtiendo por el ingreso al consumo de las comunidades asiáticas que no lo tenían culturalmente incorporados. En las producciones vegetales crecen las hortalizas no feculentas, las frutas en los dos grupos (cítricos y las otras) y los aceites vegetales en reemplazo de las grasas animales en la cocina. Decrecen las que tienen baja densidad nutricional (baja cantidad nutrientes por caloría aportada)  como el grupo cereales, aquí están agrupadas con legumbres (son importante fuente de proteínas en países muy vegetarianos como India) y las hortalizas feculentas. (Gráficos 3 y 4). Más y más sano con menos superficie de suelo usado por habitante del planeta.

A pesar de todo lo descripto debemos tener presente que de los actuales 7 mil millones de habitantes, mil padecen problemas de acceso a una dieta mínima que provea al menos las calorías necesarias, y dos mil millones tienen sobrepeso. Es decir que la mitad de la población global tiene desequilibrios nutricionales.
Al aumento poblacional, del 30 % de las próximas décadas, y las migraciones del campo a la ciudad (20 millones al año solo en China) se suman estos  cambios de dieta, que incorporan más proteínas animales, verduras y frutas al consumo masivo. Ese proceso por el que centenares de millones de pobres rurales pasan a las clases medias asiáticas, están diseñando el camino a seguir a nuestro campo y agroindustria.



https://www.youtube.com/watch?v=FUq_12KJT6c


Serán 2700 millones de personas que dejaran de producir sus propios alimentos  y cambiaran su dieta radicalmente, incorporando fuertemente proteínas de origen animal, es decir carnes de cerdo, ave y bovina, también  leche, huevos y peces.
Desde el fin de Mao en comienzo de los 80, en China, se paso de consumir de 8 kilos de carnes totales (solo el cerdo de la casa)  per cápita a 57 kilos (cerdo, ave, bovino),  la tasa de crecimiento del consumo fue de unos 1,4 kilos por persona y por año y son 1300 millones de chinos. Cada dos años aumentaron el equivalente a toda la producción cárnica argentina anual de unos 3 millones de toneladas.

El consumo es mayoritariamente de cerdo y pollo, y estos comen alimentos balanceados formulados básicamente con dos partes de maíz y una de soja, el maíz  generalmente de producción local y la soja  importada.  Los cerdos necesitan unos 3 kilos de esa ración para hacer 1 kilo de carne, los pollos 2,3.  Pero también, es muy relevante y a veces no tenido en cuenta, que  China produce  60 millones de toneladas de peces en criaderos, unos 40 kilos per cápita más de proteínas de origen animal, esta producción es veinte veces nuestra producción, ya citada,  anual de carne vacuna.  Estos  peces forrajeros (carpas, tilapias, etc.) convierten 1,7 kilos de una ración semejante a la de los cerdos y aves, en un kilo de pescado. Más proteína barata para esos centenares de pobres rurales que  migran  a la ciudad y que requieren por mayores ingresos y cambios de hábito más carnes, es decir más soja y maíz.
¿Cómo impactó e impactará estos procesos en Argentina? Hasta mediados de los 90 en China producían, igual que hoy, 15 millones de tn de soja, sin importaciones. En 2003 ya estaban importando  15 millones de tn. y en solo 11 años pasaron a demandar importaciones por 65 millones (20% más que el record argentino de producción, tercer productor mundial) como consecuencia  de este fuerte crecimiento de la demanda  desaparecen los stoks a nivel global, cambian  los precios del grano (de 140 a más de 500 dólares la tn) e impactan favorablemente en la economía de Argentina. Esta tendencia por ejemplo sigue, solo en China hay unos 700 millones de campesinos a incorporar a estos cambios sociales y alimentarios.

Para lograrlo debemos profundizar el camino de  gestionar MAS CONOCIMIENTO POR METRO CUADRADO Y POR HORA , eso es mayor productividad, cada vez más necesaria frente a las restricciones de suelos agrícolas y agua dulce, que sumados al imprescindible cuidado del ambiente, requiere  mucho más conocimiento para que la humanidad logre el objetivo de brindar una alimentación saludable y sustentable a todos sus integrantes.Según calcula el Índice Mundial del Hambre, dicha productividad total a escala mundial deberá duplicarse hasta el 2050 para cubrir todos los requerimientos.
Tecnología, recursos humanos y naturales parecen no entrar en discusión al analizar cómo la Argentina puede proveer de alimentos al continente asiático que se estima seguirá creciendo sin pausa estamos en el país adecuado, en el momento preciso.
Por la importancia estratégica que para Argentina tienen estos procesos es que  organizamos  un Simposio en la FAUBA  donde explorar estos aspectos en China, India, Japón, Corea del Sur, Vietnam y Tailandia. Estos seis países  hoy son más del 40% de la población mundial y originan el 25% del PBI global, valores que crecerán fuertemente hacia el 2030. Esta región, en esos años, solo podrán autoabastecerse de un 75 a un  83 % de sus necesidades,  por eso van a requerir importar toda la comida necesaria para alimentar totalmente a 900 millones de personas. Esos alimentos  solo podrán importarse de las pocas regiones del mundo que tendrán excedentes, es decir América del Norte, América del Sur, Australia y Nueva Zelandia, Ucrania y vecinos, ninguno más. Acá somos un actor relevante en estos cambios.
Aprovechar esta coyuntura para generar agregación de valor local es un camino posible como nunca antes, es verdad que se requieren condiciones para fuertes inversiones en infraestructura productiva, de energía, caminos, puertos etc, pero el premio puede ser grande para la calidad de vida de la comunidad nacional en cada región, al generar trabajo en lugares donde la migración no sea el único destino.
La historia de los exportadores de alimentos ya se está escribiendo en Asia, solo tenemos que leerla adecuadamente y aprovecharla de la mejor forma, permitiéndonos un desarrollo social y territorial más equilibrado. Pasar de ser el granero del mundo al supermercado del mundo generará trabajo y oportunidades en todo el territorio, para lograrlo se requiere una gran articulación y trabajo conjunto del sector académico, público y privado.






Ing. Fernando Vilella
Director del Simposio
“Argentina y Asia en 2030: Estrategias en los Agronegocios para un mundo en Desarrollo”

BUENOS AIRES Y EL DESAFIO DE LA INTEGRACION

Buenos Aires y el desafío de la Integración

Por Arq. Guillermo Meyer


Una Ciudad Archipiélago

El Área Metropolitana de Buenos Aires, con casi 15 millones de habitantes, constituye uno de los mayores conglomerados urbanos del mundo. Está conformada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los 24 partidos del Conurbano. Las ciudades no son homogéneas, del mismo modo que casi ninguna sociedad lo es. Pero cuando recorremos nuestra metrópolis, aparece fragmentada y estallada como si se tratara de un archipiélago de ciudades homogéneas; segregadas y enfrentadas entre sí.
Lo vemos en la actitud de los diferentes gobiernos que, lejos de comprender que se trata de una sola gran ciudad, crean divisiones funcionales a sus mezquinas necesidades políticas. Así, los porteños echan en cara a los bonaerenses la atención en sus hospitales, mientras estos reprochan a los porteños tener que recibir su basura. No entienden que sólo a través de la cooperación y coordinación interjurisdiccional será posible encarar exitosamente los grandes temas metropolitanos como transporte, seguridad, saneamiento, etc. Tal vez lo entienden, pero no les interesa.
Lo vemos cuando encontramos límites físicos contundentes como torres enrejadas; guetos de pobreza con escasas entradas que llevan a una red laberíntica; enormes conjuntos habitacionales aislados y, en lo más extremo, un Conurbano salpicado de barrios cerrados rodeados por un perímetro amurallado con guardias de un lado y una villa del otro. Lo oímos también cuando una voz española en el GPS nos dice que nos acercamos a una zona peligrosa.
Lo vemos en el desequilibrio. Cuando una ciudad no está integrada tampoco está equilibrada; sobre todo cuando la planificación queda librada a la especulación inmobiliaria. Así es que los barrios dotados de un buen nivel de servicios se encuentran sobresaturados, mientras que otros quedan prácticamente abandonados junto a las necesidades de quienes allí habitan. Por otro lado la proliferación de urbanizaciones de baja densidad en la periferia, donde el automóvil es fundamental en la vida diaria, sobrecarga los accesos al área céntrica con la consecuente extensión en los tiempos de viaje y mayor contaminación ambiental.
Lo vemos en la forma en que consideramos el espacio público, que en toda ciudad debería constituir el lugar por excelencia donde todos sus habitantes se identifican, reconocen y relacionan. Cada vez más degradación, suciedad, agresividad, vandalismo, graffitis y descuido en general, tanto por parte de las autoridades como por nosotros mismos. Por un lado, por la inseguridad, y por otro, por el individualismo instalado en nuestra sociedad, hemos tendido a encerrarnos en espacios cerrados. De tal manera que el espacio público es cada vez menos un “lugar” para convertirse en una suerte de corredor de paso entre ámbitos privados.
Lo sentimos en la forma en la que nos relacionamos. Desarrollamos una fuerte solidaridad entre familiares, compañeros de trabajo y amigos, pero que no se extiende más allá. La idea del bien común se ha ido diluyendo sin discriminar clases sociales. Debemos entender que, del mismo modo que por mantener impecable nuestra cocina no vamos a tener una ciudad limpia, tampoco vamos a disfrutar de nuestra ciudad mientras los lazos de solidaridad no se extiendan entre grupos sociales más generales.
La profundización de este proceso coincide con un período en que, tanto el gobierno nacional como el de la ciudad, se han visto beneficiados por un incremento sin precedentes en cuanto a ingresos públicos. Esto se debe a que esos recursos extraordinarios son dilapidados en acciones cosméticas acotadas a dar una apariencia de rápida solución conteniendo consecuencias, pero sin resolver causas estructurales. Así es que bajo la superficie los problemas crecen y se acumulan hasta que finalmente emergen; a veces en forma de tragedia. Cuando eso sucede, los distintos oficialismos reaccionan deslindando responsabilidades, haciendo anuncios de corto alcance o intercambiando acusaciones.
La villa. El otro fragmento urbano
Las ciudades, como manifestación física de la sociedad, nos hablan de la idiosincrasia, la historia y la cultura de sus habitantes. Revelan la forma en la que estos se relacionan y conviven. Por eso la fractura física es reveladora de la fractura social. La dimensión de esa fractura nunca es tan notoria como cuando bordeamos una villa.
Si comparamos los resultados de los censos de 2001 y 2010, solamente en la Ciudad de Buenos Aires la población en sus villas creció en un 52,3% en ese lapso, pasando de 107.422 a 163.587 habitantes. Se estima que en la actualidad ese número supera los 200.000.
A diferencia de otros hábitats precarios que fueron alguna vez construcciones con un buen nivel de calidad y que posteriormente sufrieron un grave proceso de deterioro (casas tomadas, inquilinatos y conjuntos habitacionales), las villas nunca alcanzaron niveles suficientes en cuanto a su terminación y calidad ambiental. Son el resultado de un proceso de ocupación espontáneo y no planificado de un terreno fiscal o privado de muy bajo valor, como baldíos inundables, basurales, viejas instalaciones ferroviarias o industriales en desuso.
En el mejor de los casos, el servicio eléctrico es abastecido por in tendido a partir de un transformador cuyo consumo es abonado por el Gobierno de la Ciudad o el municipio correspondiente. Otras veces se consigue colgándose de la red. El agua potable se distribuye a través de extensiones conectadas a la red de AySA que pasa por el perímetro. Igualmente las cloacas se conectan a la red oficial a través de una red interna. Sin embargo estos servicios dejan mucho que desear, son comunes la falta de presión de agua y las cloacas se tapan recurrentemente por su mala ejecución y colapsan en tiempos de lluvia al estar unificadas con el sistema pluvial. Esto es paliado con la visita diaria de camiones atmosféricos y vactor. No existe tendido de gas por lo que se utilizan garrafas, lo cual es más costoso que el servicio de Metrogas. El teléfono también es inexistente, por lo que se requiere un mayor presupuesto para comunicarse telefónica al ser el celular el único medio disponible. A pesar de lo que se cree comúnmente, es un viejo reclamo de la mayoría de los vecinos el poder conectarse a una redes oficiales con medidor y pagar las facturas correspondientes con tal de tener un servicio de mayor calidad. Sin embargo esto no es posible hasta que un proceso de urbanización ordene los lotes y regularice el dominio de cada uno. Mientras ese proceso se demora, la Ciudad y los municipios soportan el enorme costo de mantener servicios de mala calidad y extendiendo en el tiempo los beneficios de quienes obtienen enormes ganancias de esta situación.
El tejido de estos barrios en la actualidad muy compacto y densamente poblado. El acceso a las viviendas se produce en la mayoría de los casos por pasillos, por lo general muy estrechos, impidiendo el paso de automóviles, camiones, ambulancias o bomberos que acuden a una emergencia. Este intrincado sistema conforma un laberinto que solo puede ser transitado por quien pertenece al barrio, lo conoce, y al mismo tiempo es conocido.
Las grandes villas son lugares de altos contrastes, lejos de ser homogéneas presentan diversidad de panoramas: Algunos sectores poseen un alto grado de densidad, con comercios e instituciones barriales, pasajes anchos y pavimentados, viviendas con un mínimo de confort, higiene y servicios. Otros presentan la miseria en su forma más cruda, con casillas sin ningún tipo de servicio, suelo de tierra y edificaciones de madera y chapa rodeadas de basurales y aguas servidas.
La mayoría de las viviendas poseen un baño, la cocina es además un “living-comedor-dormitorio” y dos o más dormitorios. Los pisos de alisado de cemento o cerámicas, paredes de ladrillo de canto revocadas y pintadas. Entre las deficiencias más comunes podemos citar la falta de puertas, de cielorrasos, de aislamiento hidrófugo, lo que hace a las viviendas muy incómodas e insalubres. La poca superficie del terreno hace que el mismo se ocupe en su totalidad provocando que muchas habitaciones no cuenten con ningún tipo de ventilación. Son muy calurosas en verano, muy frías en invierno y siempre húmedas. Sus habitantes no pueden tener intimidad y viven hacinados. Se pasa de un cuarto a otro por sus interiores, el pasillo o el hall es un lujo y un derroche de espacio que poco se permiten.
Un fenómeno que vemos en los últimos años es el crecimiento en altura de muchas edificaciones. En muchos casos se debe a la construcción de cuartos para alquilar. Quienes alquilan en la villa padecen las peores condiciones: las habitaciones no miden más de 3 x 4 metros, pocas tienen baño privado y la accesibilidad puede ser riesgosa (se ven casos donde se accede a una habitación en un piso alto a través de escalera de hoja simple apoyada en alguna viga o pared). En otros casos el crecimiento vertical se debe al rápido crecimiento de las familias; no es porque tengan muchos hijos (aunque esos casos existen en menor medida) sino porque las parejas se forman muy jóvenes; por ejemplo, suele suceder que los integrantes de una pareja sean padres a los 15 años y abuelos a los 30, y ante la imposibilidad de acceder a una vivienda o a una porción de terreno; construyen sobre la casa de la generación anterior.
El problema del hábitat precario no se refiere solamente a la carencia de una vivienda digna, sino también de infraestructura, servicios básicos de calidad, espacio público, vinculación e integración a la ciudad circundante. Pero con todo esto no se soluciona el problema si no nos ocupamos de sus causas principales: la pobreza y la desigualdad.
Pobreza y fractura social.
La pobreza es comúnmente definida como una forma de insuficiencia o insatisfacción en el Desarrollo Humano tomado a nivel social o una situación donde las necesidades básicas son insatisfechas. Sin embargo esa definición no alcanza para comprenderla en toda su dimensión ya que habría que contemplar otras cuestiones que hacen a esa condición, como ser bienes intangibles, expectativas personales, historias de vida y familiares.
No se trata solo de la cantidad de ingresos o de la satisfacción de “necesidades básicas”. En las villas de la Ciudad se estima que solamente el 6% tiene trabajo formal; el 37% trabajo informal y un 26% vive de changas. Los subsidios o la AUH sirven para paliar una situación de emergencia pero no para superar la pobreza. De esta manera se les permite subsistir, pero no recuperar la dignidad que da un empleo o el hacer uso de la libertad para mejorar sus vidas en base a sus propias decisiones y esfuerzo.
El nivel de educación que se puede alcanzar es otro bien intangible a considerar. La mala alimentación, la necesidad de ocuparse en changas a temprana edad y la descomposición de los núcleos familiares hace que muchos que nacen en un hogar pobre no completen sus estudios; por lo tanto nunca accederán a la información y formación necesaria para lograr un empleo digno o ni siquiera logren ser empleables. A esto hay que sumarle el estrepitoso derrumbe que la calidad de la educación sufrió en los últimos años. Con esta situación la pobreza se reproduce de generación en generación.
Frente a todas estas dificultades que imposibilitan la visualización de una salida, muchos finalmente aceptan resignadamente su situación como algo inevitable producto de circunstancias sobre las cuales no pueden operar. Al perderse la esperanza en un futuro mejor las expectativas se reducen a la mera subsistencia, algunos hasta pueden sentirse en una situación de bienestar sin estarlo realmente. Este quiebre de la voluntad facilita al populismo gobernante sostener una relación de dependencia clientelar; por poco que ofrezca, se va a considerar ganancia.
Nos equivocamos si pensamos que la pobreza es un problema del otro. Una sociedad con altos niveles de pobreza denota falta de solidaridad, de igualdad de posibilidades y de justicia social. Por lo tanto no solo está en crisis la dignidad de quien sufre la pobreza, sino la de toda la sociedad en su conjunto. Es incalculable el potencial desperdiciado; quien sabe, tal vez alguien que podría haber sido Premio Nobel se encuentra en estos momentos viviendo en la extrema miseria o en la calle por el solo hecho de haberle tocado nacer en un hogar marginado sin oportunidades ni perspectivas de futuro..
Integración física y social para la Integración Ciudadanía
En oposición a los viejos planes de erradicación que consistían en trasladar el problema de un lado a otro, con el advenimiento de la democracia se consolidó la idea de la radicación y urbanización; aunque con muy escasos avances.
Queda claro que la cuestión de las villas es un tema multidimensional que excede la precariedad de estos barrios. Por eso los procesos de urbanización deberán combinarse con políticas de desarrollo económico y social como única alternativa para superar el asistencialismo.
Para que estas políticas sean exitosas deberán ser participativas, continuas, coherentes e integradas.
-       Participativas, incorporando a los habitantes del barrio a urbanizar y de los barrios circundantes en el diseño, implementación, control de gestión y eventual reformulación de los programas, proyectos y planes. Será además la mejor manera de superar conflictos producto de los prejuicios que persisten en nuestra sociedad.
-       Continuas, pensando en la planificación a mediano y largo plazo como una Política de Estado que garantice la retroalimentación, perfeccionamiento y efectiva concreción, independientemente del signo político de los gobiernos de turno.
-       Coherentes e integradas, combinando y potenciando las acciones en salud, vivienda, educación, empleo, renovación y regeneración urbana, infraestructura y saneamiento ambiental. Para esto será necesaria la cooperación y coordinación entre las distintas áreas de gobierno y entre los distintos gobiernos con injerencia en el Area Metropolitana.
Desde el punto de vista del planeamiento, la urbanización de una villa no se trata solamente de construir viviendas, sino de hacer ciudad. Por lo tanto, dicho proceso debe inscribirse dentro de un plan de desarrollo urbano que incluya al barrio circundante y la integración al mismo a través de la continuidad de la trama urbana, calles, avenidas y áreas verdes.
Casi sin tierras libres suficientes, si se destina para cada vivienda lotes mínimos de 80 a 100 m2, más las superficies para plazas y calles, el espacio disponible sería insuficiente. Por eso es necesario reducir la actual densidad mediante la incorporación de construcciones de hasta 3 pisos, viviendas en tira, condominios u otras soluciones técnicas y el desarrollo de una política de tierras activa y específica.
La situación de emergencia sanitaria existente exige priorizar el acondicionamiento de los servicios cloacales y de agua potable cuya precariedad constituye múltiples focos de contaminación. En ese sentido es también importante incentivar la modificación de viviendas existentes de manera de resolver problemas de accesibilidad, ventilación, asoleamiento y aislación contra humedad. La introducción de normativas de edificación acompañado con asesoramiento profesional evitará la repetición de estos problemas en los casos de autoconstrucción. Una vivienda y un hábitat adecuado constituye la más eficiente política de salud: evitar que la gente se enferme.
La educación constituye un motor fundamental para enfrentar la desigualdad social en tiempos donde las posibilidades de desarrollo humano de los individuos van de la mano del conocimiento. Mientras la brecha de calidad entre la educación pública y la privada siga creciendo, la brecha social será a su vez mayor. Es clave que las escuelas públicas en los barrios más pobres no tengan nada que envidiar a las mejores escuelas privadas en lo que respecta a calidad edilicia, de enseñanza y equipamiento. Estos chicos al ingresar a una escuela con esas características recibirían un fuerte mensaje de inclusión que elevaría su autoestima y el interés en el aprendizaje. Así, las posibilidades de desarrollo del país se verán potenciadas al ser mayor la cantidad de ciudadanos que puedan desarrollar plenamente sus capacidades, tomar decisiones y ocupar un lugar en la sociedad.
Para asegurar un proceso de aprendizaje exitoso, es clave implementar programas que acompañen a los niños desde su nacimiento asegurando un desarrollo equitativo en cuanto a nutrición, salud y recreación.
Es importante ayudar a la sustentabilidad de estos nuevos barrios a través de políticas orientadas a impulsar nuevos emprendimientos y la generación de empleo. Por ejemplo, un sistema de microcréditos acompañado con cursos obligatorios y asesorías en actividades productivas y formación de empresas.
La promoción de lugares de nuestro interior que cuentan con una baja densidad poblacional brindaría, tanto habitantes de las provincias como a inmigrantes de otros países, alternativas distintas a hacinarse en el área metropolitana de Buenos Aires.
Por lo general las villas se encentran en áreas y barrios deprimidos de la ciudad. Difícilmente las transformaciones que se realicen en una villa tendrán éxito si el barrio en donde se encuentra continúa degradado. Es necesario volcar una importante inversión en el espacio y el equipamiento público las zonas más postergadas convirtiendo a lo público en un mecanismo de igualdad social. Hablamos de bibliotecas, centros culturales, equipamiento deportivo, parques, plazas, espacios de juego, espacios para la tercera edad, centros de emprendimientos, etc. Hay que dejar atrás esa idea de que un edificio con equipamiento público en un barrio precario debe ser también precario. En estos edificios no se debe escatimar en calidad y excelencia arquitectónica de manera que constituyan verdaderos íconos, no solo para el barrio donde se levantan, sino también para sus alrededores, cambiando así radicalmente la connotación que esos barrios tienen actualmente convirtiéndolos en parte de un todo en el que todos podamos reconocernos.
Como en cualquier política pública, es clave una planificación y gestión económico-financiera integral que garantice una continuidad que supere los tiempos administrativos y electorales y la absoluta transparencia en el uso de los fondos públicos.
Es fundamental que toda la sociedad comprenda que con estas políticas no solo se mejoran las condiciones de vida de los más pobres sino el de la sociedad misma. Existen experiencias exitosas que así lo demuestran. Luego de años de violencia, la ciudad de Medellín realizó una fuerte inversión en educación. En los barrios más pobres se construyeron los denominados “parques-biblioteca”, concebidos como los edificios más emblemáticos de la ciudad y equipados para la realización de todo tipo de actividades culturales y recreativas. El resultado: mientras que en 1997 se producían 380 homicidios por cada cien mil habitantes, luego de esas políticas esa cifra bajó a menos de 30 homicidios por cada cien mil habitantes en 2006. Se cerró la puerta del delito abriendo otras.
Cuando se construye Ciudad se construye Ciudadanía y viceversa. Solo así podremos soldar las fracturas físicas y sociales que nos aíslan unos de otros. Ciudad es: espacio público, áreas verdes, servicios, patrimonio histórico y cultural, escuelas, hospitales, movilidad, desarrollo económico, empleo, seguridad; y por sobre todo, ciudadanos identificados en la búsqueda de un bien común, conviviendo armónicamente en su heterogeneidad y diversidad.



LA ECONOMIA SOCIAL EN EL SIGO XXI SIGUE AVANZANDO

LA ECONOMIA SOCIAL EN EL SIGO XXI SIGUE AVANZANDO



La economía social está demostrando no solamente ser capaz de crear empleos de calidad sino de satisfacer necesidades no contempladas por la economía capitalista y más aún, en estos últimos años, de lanzarse en actividades que se sitúan en franca competencia con aquellas ofrecidas por la economía capitalista como el crédito, por ejemplo.


La economía social, tercer sector o " non profit sector " en el mundo anglosajón, engloba las actividades económicas que no forman parte ni del sector público ni del sector privado.



Hay desconocimiento de la necesidad de abrir posibilidades a nuevas formas que, organizadas al margen de la simple acumulación de capital, permitan una organización ciudadana autogestionaria de producción, distribución y consumo de bienes y servicios.



No se plantea un ataque a la propiedad privada, la que viene respetada con las sujeciones jurídicas archiconocidas. Se trata de abrir la puerta a alternativas de asociaciones ciudadanas donde el trabajo común es el capital y donde los beneficios se reparten con sentido igualitario. Podríamos decir que la economía social es una forma expedita de crear ciudadanía  pues la solidaridad está presente en la base misma del planteamiento. Esto es, el planteamiento de libre asociación para el beneficio común colocado por encima de un interior espíritu competitivo. Es claro que la economía social está dirigida a satisfacer necesidades básicas como alimentación, salud, vivienda, educación, trabajo, y conocimiento de la solidaridad.



La economía social no puede ser excluyente como se pretende,  al tratar de utilizarla como alternativa a la propiedad privada, sino un espacio en el cual convive pacíficamente con ella.  Es un orden que se contrapone tanto al capitalismo puro, como a la planificación socialista, uno centrado en el hombre. Es una forma de propiedad privada sobre el principio de la cogestión, y debe tener perfecto derecho al beneficio y al crecimiento de la empresa social, dentro de los parámetros del bien común. Debe moverse en un orden económico de libertad, con la vigilancia de Estado – en nuestro país por el INAES- Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social – fundamentado en lo social del derecho, y bajo la ética  de de una doctrina de promoción social.



Así tenemos como en España la economía social, con criterios variables, es reconocida y se le reconoce la calidad de una de las fuentes de empleo más estable. En Francia se consideran parte de ella a las mutualidades, a las cooperativas, a las asociaciones y a las fundaciones. 

En Bélgica existe El Consejo Valón de Economía Social. En Inglaterra se manejan varios conceptos bajo la denominación común de social economy, tales como conceptos de “sector no lucrativo” o  de “sector voluntario”. La Unión Europea mantiene activo el Comité Económico y Social y edita textos sobre el tema con gran frecuencia. En nuestro continente, en un país como Canadá, se le reconoce y se le estudia. En Latinoamérica es en Colombia donde se le ha estudiado y aplicado con mayor vigor.
Podemos decir que se reconocen como dentro de la economía social, a las cooperativas que consideran los principios de la Alianza Cooperativa Internacional,  empresas democráticas donde una persona tiene un voto y con distribución de beneficios no relacionada con el capital aportado por cada socio; a las cooperativas, como a las sociedades laborales; a las sociedades agrarias e, incluso, a empresas mercantiles que controlan los agentes de la economía social; tanto a las cajas de ahorro como a las mutualidades de seguros y de previsión social.


Se le llama sector voluntario, tercer sector solidario, economía solidaria o de iniciativa social, a esta realidad social que está entre la economía capitalista y aquella pública. Lo es, al partir de una democratización del poder de decisión, al establecer una primacía del hombre y del trabajo en el reparto de las ganancias, la dotación de patrimonios colectivos o el de una no distribución de beneficios, dado que su propósito central es el del servicio a sus miembros y a la colectividad. Esto es, las bases son democracia, interés social y justicia distributiva.



La economía social es, pues, una nueva forma de hacer economía, en el momento en que se realza lo positivo de lo social dentro de lo económico y financiero. En otras palabras, en el momento en que en lo económico se parte del contexto humano. Si se analiza la llamada “economía informal” en que viven millones de personas en América Latina se encuentra una impresionante cifra en activos que quizás demuestre que la pobreza es más que todo un problema de ineficiencia social y que un paso clave está en convertir estos activos en productivos. El Estado no puede ser una especie de compañía de seguros que se ocupa de la seguridad, de la asistencia sanitaria y de la construcción de grandes obras públicas, para comenzar a ser mirado más desde el ángulo social, esto es, como un generador de valor social, y la economía y la política no pueden separarse. Es necesario lograr una coexistencia de todos los actores dentro de una economía plural,  donde esté la social como un enclave respetado de resolución del conflicto socioeconómico. 

No habrá desarrollo que merezca tal nombre si los actores del modelo capitalista latinoamericano se empeñan en bloquear los modelos financieros alternativos. El papel del Estado, en este caso específico, es el de la inversión estimulante, mediante políticas financieras y tributarias, y la concentración de los esfuerzos en proyectos productivos.


El objetivo es el desarrollo en que no hay escisión de los agentes económicos de sus identidades sociales, y menos del mundo simbólico que llamamos cultura. Si hablamos de socioeconómica es porque esta debe producir sociedad y no sólo utilidades. El listado puede ser grande: cooperativas, servicios personales solidarios, ahorros hacia el crédito social, formación e investigación continuas, asociaciones de productores autónomos, redes de ayuda mutua, organizaciones de trueque, etc.

La organización social se manifiesta, en numerosas ocasiones, por necesidades específicas que brotan al calor de la vida misma y que no son reducibles a un mero elenco. Ni una lógica capitalista ni un Estado socialista planificador a ultranza,  pueden no mirar con suspicacia lo que es la economía social, lo que quiere decir que ni una política asistencialista ni un Estado que  quita atribuciones a los ciudadanos mirarán con buenos ojos una socioeconómica. El principio de convergencia sólo puede encontrarse en una democracia con calidad humana, la que hemos denominado una democracia del siglo XXI.
Las empresas de economía social – las cooperativas- han sabido organizarse en agrupaciones, como se observa en Argentina: cooperativas de base, federaciones y confederaciones: CONINAGRO- agrupa a las cooperativas  agrarias; COOPERAR- agrupa a las cooperativas de servicios; FACTA-agrupa a las cooperativas de trabajo autogestionadas.

En fin, si bien la economía social no constituye en sí misma un nuevo modelo de desarrollo ni puede sustituir a las políticas macro-económicas, permite repensar la cuestión de la democratización laboral y de la democratización económica.


AGENDA



I. PRINCIPIOS DE LAS COOPERATIVAS ESTABLECIDOS POR LA ALIANZA COOPERATIVA INTERNACIONAL:


  • Membresía abierta y voluntaria
  • Control democrático de los miembros
  • Participación económica de los socios
  • Autonomía e independencia
  • Educación, entrenamiento e información
  • Cooperación entre cooperativas
  • Compromiso con la comunidad



El año 2012 fue declarado Año Internacional de las Cooperativas por la Asamblea de las Naciones Unidas. A su término, y dado el éxito obtenido en visibilizar al movimiento cooperativo como una herramienta de construcción económica superadora, la Alianza Cooperativa Internacional declaró el período 2013/2020, Década Cooperativa.


II EXPERIENCIA:


    Email recibido de un graduado en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Jujuy, durante mis cursos (2007-2012) en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Jujuy:



From: carlos risco [mailto:careris@gmail.com] 

Sent: Tuesday, June 08, 2010 2:27 AM
To: luissch@bezeqint.net
Subject: Cooperativas – Jujuy


Estimado Profesor:



Me dirijo a Ud. Después de haber tenido el honor de tenerlo en frente mío hablando de lo que a partir de ese día ser mi vocación “El Cooperativismo”.



Estuve presente en la charla a jóvenes realizada en el “Consejo  Profesional de Cs. Es de Jujuy” y también en la “Cámara del Tabaco”.

Me adherí y me comprometo incondicionalmente en el tiempo que dispongo a colaborar en el proyecto de la “Caja de Crédito Cooperativa de Jujuy LTDA”, con el mejor de los deseos de que llegue a buen puerto. Pero no solo me interesa colaborar en ese proyecto sino más  que todo conocer y estudiar el “Cooperativismo”, para que en algún momento pueda impulsar Cooperativas constituidas o colaborar en el nacimiento de Nuevas Cooperativas.
Así es que le solicito con el mayor de los respetos guiarme en ese camino con sus recomendaciones y/o consejos, por lo pronto tengo la tarea ya encomendada del  estudio de la Ley que las regula y los programas que nos dejó. Si en este momento puede recomendarme la lectura de algún otro libro, ensayo o trabajo en particular le voy a quedar muy agradecido.


Alguna vez otro profesor me enseño que para conocer o entender a una persona es necesario conocer su “Historia de Vida” por esta razón es que le envío la mía:



Soy Carlos Rene Risco de 29 años nacido el 23 de Abril del 1.981 en la ciudad de La Quiaca (punto norte de la patria) hijo de Guadalupe y descendiente de bolivianos. Viví con mis abuelos dadas razones laborales y condiciones de salud de mi madre. Crecíentre La Quiaca (Arg) y Villazón (Bol) en medio de una familia de bajos recursos  que en determinado momento y dada la enfermedad en la visión de mi abuelo (mi Padre de Vida) tuve que trabajar en el emprendimiento familiar desde más o menos los 10 años de edad.



Curse mis estudios primarios en la “Esc. Hipólito Yrigoyen” y termine mis estudios secundarios en la “Esc. Normal Superior de Gendarmería Nacional” en el año 1999.

Luego para poder acceder a estudios superiores me radique en el barrio El Chingo de la ciudad de S. S. de Jujuy, lugar donde residía mi madre, barrio que para algunos era el “Fuerte Apache de Jujuy”, así fue que en el año 2001, ingrese a la carrera de Contador Público de Facultad de Cs. Económicas de la Universidad Nacional de Jujuy.


Durante los años 2001 y 2004 costee mis estudios gracias a un plan social de la nación de $ 150 mas el techo y comida que me brindo mi madre. 

Al culminar el cursado de mi 5to año de estudiante universitario en el año 2005 accedí a una pasantía en el Bco. Macro S.A.empresa que me tomo como empleado efectivo luego de pasar un año como pasante.


Rendí mi última materia en Mayo del 2008 y logre obtener el título de Contador Público.

Actualmente sigo empleado en el Bco. Macro y mi función es la de analizar el riesgo crediticio de las empresas que solicitan préstamos en esa institución.
Anduve buscando, ya desde estudiante, la forma de brindar desde mi profesión algo a mi pueblo y trabajar en conseguir una sociedad un poco más justa y gracias a Ud., encontré el sesgo en la profesión que estoy convencido mi brindara la oportunidad de canalizar eso que buscaba.


Esperando sus consejos lo saludo muy atentamente

Carlos René Risco



OTRAS  CONSIDERACIONES



1.    El email de Carlos Rene Risco, debe tomarse en cuenta, para que las Universidades, dada la importancia en las ofertas de educación superior, formar equipos que reflejen una amplia formación de la economía social solidaria, necesarias en el desarrollo de la economía local.



2.   Tenemos como ejemplo la Universidad Nacional de Quilmes, que dedica programas de estudios destinados  capacitar en carreras abiertas a todos aquellos que cumplan las condiciones de ingreso y se dirige especialmente a:


  • Miembros de cooperativas, mutuales, asociaciones, fundaciones y otras organizaciones de la economía social y solidaria;
  • Integrantes de organizaciones y movimientos sociales, culturales y políticos que impulsan o apoyen iniciativas de la socioeconomía;
  • Promotores y agentes del sector público y privado que colaboran con la promoción de la economía social y el desarrollo local.



3.   La juventud  puede evaluar un desafío:  si se suma a compartir la acción a la que se incorporó  al cooperativismo el jujeño Contador Público Carlos René Risco siendo su curriculunm a  mayo de 2014: dictar charlas y cursillo de cooperativas; Grupo profesional de estudio cooperativos de Jujuy(2011); dictar seminarios de cooperativas –Dpto. Extensión Universitaria FCE.UNJu(2012); Coop.de Trabajo Tecnomatica Ltda (informática y telecomunicación -2013); Coop. de Trabajo  Luis- Prof.Bottini ( servicios profesionales, educación, capacitación cooperativas -2014).





Luis Schvartzer
Profesor Honorario
Universidad de Buenos Aires
Facultad de Ciencias Económicas
Consejero Centro de Cooperativas- FCE.UBA  


PARA MIRAR






 

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